jueves, 14 de marzo de 2019

Educación Sexual Integral - Organismos internacionales - por María Lilián Mujica


ESI con perspectiva de género y organismos internacionales


Imagen relacionada

por la Prof. Dra. María Lilián Mujica

Universidad Nacional de San Juan

Fundación Formatio

El concepto de género en los organismos internacionales

La inclusión del concepto de ‘género’ en los documentos oficiales ha venido de la mano de la tercera ola feminista, con fuerte inspiración en el materialismo dialéctico, y comprometida con la lucha del movimiento LGBT (lésbico-gay-bisexual-transexual), que continúa incluyendo nuevas letras a la sigla, en una pretensión omniabarcadora de todas las orientaciones sexuales posibles (LGBTIP, que incorpora la intersexualidad y la pansexualidad; y en otras formulaciones emplea la sigla LGBT+ para señalar que queda abierto el abanico de posibilidades).

En 1993 la ILGA (International Lesbian and Gay Association) fue nombrada como órgano consultivo del ECSOC (Economic and Social Council) de las Naciones Unidas. ILGA incluía a tres organizaciones para la promoción y legalización de la pedofilia, NAMBLA (North-American Man-Boy Lovers Association), Martijn y Project Truth. En 1994, ILGA expulsó esas ONG (ILGA, s.f.a), por presión de los Estados Unidos para que los organismos de la ONU no admitieran organizaciones que promovieran la pedofilia. A pesar de esta expulsión, ILGA promueve los derechos sexuales y reproductivos en niños y jóvenes, dentro de los cuales se encuentra el derecho a la autodeterminación reproductiva, obviamente sin intromisión de los padres. Así, por ejemplo, publicita un concurso de la Coalición joven por los derechos sexuales y reproductivos que convoca a ‘jóvenes’ “entre 12 y 29 años” a hacer ilustraciones “Para concienciar acerca de los derechos LGBT y las realidades particulares de los jóvenes LGBT” (ILGA, s.f.b), incluyendo a los niños de 12 años en la categoría de jóvenes.

Del mismo modo que los investigadores promotores de la perspectiva de género se centran en la distinción de sexo y género como un modo de naturalizar las orientaciones sexuales fuera de la heterosexualidad (Butler, 2006; Money, 1988; Wallach Scott, 2008) la inclusión del concepto género en los documentos de los organismos oficiales se orienta a la promoción de dichas orientaciones. Coincidentemente, no parece casualidad que en 1993 fuera admitida ILGA en el ECSOC, y que en 1995 se introdujera el concepto ‘género’ en el documento final de la Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijin.

Sin embargo, en ese documento, en vista del rechazo generado por el concepto en su sentido más amplio, y con el fin de soslayarlo, inicialmente se empleó el concepto ‘género’ para significar a la mujer en relación con el hombre, en cuanto a la influencia cultural en la asignación de roles, en particular, los de cuidado de niños y de trabajo fuera y dentro del hogar. Se asoció a la ‘planificación familiar’, entendiendo que el uso de métodos anticonceptivos y del aborto ‘seguro’ era un medio para la liberación de la mujer con respecto a la opresión patriarcal, y que le permitiría la liberación de los hijos para poder desplegar todo su potencial laboral y profesional. Por ejemplo, al tratar el tema de la mujer y la pobreza, se afirma que “las disparidades basadas en el género en el reparto del poder económico constituyen asimismo un importante factor coadyuvante a la pobreza de la mujer.” (Naciones Unidas, 1995, p. 18). Sin embargo, ya en esa ocasión, en los debates de la Conferencia, quienes proponían la inclusión del concepto, no lo restringían a la mujer, sino que pretendían significar también a lesbianas, gays, travestis y transexuales, abogando por el matrimonio entre personas del mismo sexo, entro otros temas (Trillo-Figueroa, 2009, pp. 160-170). Ello motivó una serie de reservas en el informe final realizadas por diversas delegaciones, entre las cuales se encontraron Argentina, la Santa Sede, entre varios otros países.

El sentido atribuido finalmente al concepto de género por la ONU queda explicitado en el Glosario del Centro de Capacitación de ONU Mujeres, que se presenta como “una herramienta en línea que proporciona conceptos y definiciones con perspectiva de género”. Desde esta perspectiva, se consagra como válida la completa disociación de la base biológica, la orientación sexual y los roles. Allí se explicita que “el género se refiere a los roles, comportamientos, actividades, y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para hombres y mujeres. Además de los atributos sociales y las oportunidades asociadas con la condición de ser hombre y mujer, y las relaciones entre mujeres y hombres, y niñas y niños, el género también se refiere a las relaciones entre mujeres y las relaciones entre hombres. Estos atributos, oportunidades y relaciones son construidos socialmente y aprendidos a través del proceso de socialización. Son específicas al contexto/época y son cambiantes. El género determina qué se espera, qué se permite y qué se valora en una mujer o en un hombre en un contexto determinado. En la mayoría de las sociedades hay diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres en cuanto a las responsabilidades asignadas, las actividades realizadas, el acceso y el control de los recursos, así como las oportunidades de adopción de decisiones. El género es parte de un contexto sociocultural más amplio, como lo son otros criterios importantes de análisis sociocultural, incluida la clase, raza, nivel de pobreza, grupo étnico, orientación sexual, edad, etc.” (ONU Mujeres, s.f.).

Esa definición implica una toma de postura antropológica y ética incompatible con la concepción personalista del ser humano, y tiene graves consecuencias en la formulación de los programas de educación sexual, tal como a continuación se mostrará.

ESI con perspectiva de género en los organismos internacionales

Los proyectos de modificación de la Ley 26.150 que establece el Programa Nacional de Educación Sexual en Argentina, forzando la inclusión de la perspectiva de género, motiva el presente documento que intenta esclarecer de qué estamos hablando cuando hablamos de implementar la ideología o perspectiva[1] de género en la educación sexual. Esos proyectos de modificación de la ley constituyen un intento de legitimar e imponer legalmente la ideología de género y el aborto en la ESI, completando así lo que se viene haciendo tímidamente, aunque de forma sistemática e ininterrumpida, desde la década de los años 90.

Así por ejemplo, ya fue incorporada de hecho la ideología de género en las publicaciones educativas del gobierno argentino, particularmente propiciadas desde las áreas de salud y justicia, y más recientemente por el Consejo Federal de Educación en el mes de mayo del corriente año 2018 mediante la resolución CFE 340/18 cuyo artículo 1° indica que se deberá incluir un espacio “específico de Educación Sexual Integral en la Formación Inicial de todos los futuros docentes según los núcleos de aprendizajes prioritarios para cada nivel educativo que se encuentran en el anexo que forma parte integrante de la presente norma”. En dicho anexo se establece que “las jurisdicciones se comprometen a implementar la obligatoriedad de la educación sexual integral en todos los niveles y modalidades educativas, abordando, sin excepción, los cinco ejes conceptuales” que se detallan a continuación:

·         Cuidar el cuerpo y la salud.
·         Valorar la afectividad.
·         Garantizar la equidad de género.
·         Respetar la diversidad.
·         Ejercer nuestros derechos.

Los tres últimos ejes son especificados en el marco de la ideología de género con el listado de temas para cada nivel educativo, incluyendo, por ejemplo, temas tales como “evitar estereotipos de género” para nivel inicial, y “la diversidad en las personas: apariencia física, orientación sexual e identidad de género” para primaria.

La interpretación de aquellos ejes desde la ideología de género por parte del Estado Nacional queda completamente clarificada por un documento para la aplicación escolar, publicado recientemente por la Dirección General de Políticas de Género (septiembre de 2018) dependiente del Ministerio Público Fiscal, titulado Herramientas para abordar temas de género en el ámbito educativo. En este texto, desde el marco teórico se asume la ‘perspectiva de género’, y se establecen los conceptos de ‘patriarcado’, ‘estereotipos de género’, entre otros, como centrales.

La referencia a ‘derechos sexuales’ en la secundaria, tiene como marco teórico la declaración de derechos sexuales y reproductivos de la International Planned Parenthood Foundation (IPPF), entre los cuales ésta incluye el aborto. Así lo reconoce la Fundación Huésped (2017, p. 14), con quien el Ministerio de Educación de la Nación ha firmado un convenio sobre ESI el 11 de junio del presente año. Cabe destacar que la Fundación Huésped ha editado en forma conjunta con la Dirección General de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la Guía sobre salud sexual y reproductiva y diseño de proyectos para organizaciones sociales (2017), donde remite la formulación de los derechos sexuales y reproductivos a la declaración de IPPF. Y, en estricta coherencia con el dicha declaración, en la p. 58, bajo el título Experiencias de mujeres sobre la interrupción del embarazo, propone una actividad cuyo objetivo es la “sensibilización en relación al derecho a decidir sobre el propio cuerpo y el ejercicio de la sexualidad”, utilizando relatos seleccionados del texto que tiene como autor a la organización Decidir - Coalición de Jóvenes por la Ciudadanía Sexual, y que se titula “De Viva Voz. Testimonios de mujeres jóvenes sobre la interrupción del embarazo”. Y en el listado de bibliografía incluye además en la página 77 un texto del colectivo Lesbianas y feministas por la descriminalización del aborto, titulado Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas.

Cabe destacar que la IPPF, reconocida internacionalmente por su objetivo central de promover el aborto y la anticoncepción como estrategias de disminución de la población mundial, y en particular en los países en vías de desarrollo, ahora promueve también la inclusión de la ideología de género en la educación sexual, con el apoyo estratégico de los organismos de la ONU.

El Sexuality Information and Education Council of the United States (SIECUS), fundado en 1964 por una de las directoras médicas de la IPPF, Dra. Mary S. Calderone, tiene en sus objetivos un eje central que es el cambio cultural, la remodelación de las narrativas culturales y sociales de la sexualidad y salud sexual y reproductiva, y se compromete a desmantelar lo que entiende como sistemas de opresión y poder, entre otras cosas, respecto al género. Este organismo tiene entre sus acciones centrales la promoción del aborto. En su sitio web, bajo el título Shared values of abortion rights & sex ed (Valores compartidos de derechos de aborto y educación sexual), con el lema “Si te preocupan los derechos de aborto, entonces deberías preocuparte por la educación sexual”, presenta la segunda hoja informativa de la serie If / Then que, según dice, destaca que avanzar en la educación sexual también significa promover el derecho de todas las personas a acceder a un aborto seguro y legal. Y en el folleto de divulgación que se descarga en esa página, publicado en forma conjunta por SIECUS e IPPF (2018), se destaca el texto By advancing sex education, you are supporting abortion rights (Al promover la educación sexual, estás apoyando el derecho al aborto). 

Y más adelante aclara la estrecha relación que ambas instituciones conciben en su visión de la educación sexual y el aborto, bajo el concepto de trabajo ‘integral’, cuando afirma en la segunda página que:

        La educación sexual a menudo sirve como el primer punto de contacto crítico de la gente joven para obtener información sobre las opciones de embarazo, incluida la crianza, la adopción y el aborto.
        El uso de la educación sexual para enseñar con precisión a los jóvenes sobre el aborto ayuda a disminuir la difusión de información falsa y facilita las discusiones abiertas e imparciales que trabajan para reducir el estigma que afecta el acceso al cuidado del aborto.
        La educación sexual aclara los mitos sobre el aborto, proporciona información basada en hechos sobre lo que es (y no es) el aborto, y cubre dónde y cómo acceder a la atención del aborto.
        Sin educación sexual, es más probable que los jóvenes recurran a la información no confiable en Internet o en los centros de crisis para el embarazo (cuyo principal objetivo es desalentar y prevenir la atención del aborto)[2] para obtener respuestas.

No cabe duda de que para SIECUS e IPPF la educación sexual contraceptiva es garantía de acceso al aborto, objetivo central de su propuesta.

Pero SIECUS da un paso más, destinando fondos para combatir los programas de educación sexual centrados en la formación para la abstinencia hasta el matrimonio, según consta en el informe económico 2016-2017 (2017).

Por su parte, para la IPPF (2006) “uno de los objetivos establecidos dentro del Marco Estratégico de la Federación Internacional de Planificación de la Familia 2005-2015 es ‘Aumentar el acceso a una educación integral en sexualidad, orientada a la juventud y sensible al tema de género’” (p. 1). En ese marco, presenta un documento que “refleja el pensamiento actual de la IPPF sobre diferentes elementos importantes de la ESI”, y asume el concepto de género como primer eje en torno al cual deberían desarrollarse los programas de Educación Sexual Integral.

El marco ideológico de la ESI, según estas organizaciones, está establecido por la Declaración de Derechos Sexuales y Reproductivos, hecha por la IPPF (2008), con enfoque centrado en el hedonismo, en la perspectiva de género. Por ello define la sexualidad como “un aspecto central del ser humano a lo largo de la vida y comprende el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones” (IPPF, 2009, p. 101).
La vinculación con el objetivo de la disminución de la fertilidad en los países en vías de desarrollo se advierte cuando la IPPF manifiesta que su declaración de derechos sexuales y reproductivos servirá para preparar la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo [CIPD], y ubica la declaración en el marco del logro de los objetivos de la CIPD de El Cairo, que, para la consecución de la disminución demográfica, ahora pone uno de sus ejes centrales en la anticoncepción, mediante el Plan de Acción a 20 años, proponiendo que los servicios de ‘planificación de la familia’ estén universalmente disponibles para 2015 (Naciones Unidas, 1994).

En consecuencia, la imposición de una ESI con ideología de género va unida a la promoción del aborto, que ya fuera rechazado por la mayor parte del pueblo argentino y de sus representantes. Entonces, su imposición podría ser un modo de familiarizar a las nuevas generaciones con el aborto a fin de que sean ellas quienes exijan en el corto plazo su legalización.

Por otra parte, la deconstrucción del lenguaje, asociada a la ideología de género aparece claramente asumida por el SIECUS cuando anuncia en su sitio WEB el 17 de octubre de 2018 que respalda el Día Internacional del Pronombre que tiene como objetivo hacer que, antes de emplear pronombres personales para referirse a las demás personas, se les pregunte con qué pronombre (femenino o masculino) desean que se las llame, según su preferencia subjetiva.

La UNESCO, por su parte, incluye también el concepto de género en su última versión revisada de la International Technical Guidance on Sexuality Education (2018), dedicada a dar pautas para la implementación del 4° objetivo[3] de los 17 establecidos para el desarrollo sostenible para el periodo que abarca desde 2015 hasta 2030. Dicho objetivo apunta a garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida. El 5to objetivo se centra en la igualdad de género.

La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en su introducción a la Guía, incluye una frase altamente significativa para la interpretación del contenido, cuando dice: “Estamos convencidos de que si no cumplimos con los pedidos de los jóvenes para una educación integral en sexualidad de buena calidad, no lograremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que hemos establecido para 2030, y el compromiso que se ha hecho para no dejar a nadie atrás”[4]. ¿Por qué la educación sexual es condición sine qua non para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible? Porque según la perspectiva del Consejo de Población de la ONU, la clave se encuentra en la disminución de la población mundial, y en particular en la disminución de la población pobre. En esa línea viene trabajando desde sus orígenes.

Consecuentemente con este enfoque, quienes encabezaron el equipo técnico de esta publicación pertenecen a Rutgers WPF (con financiamiento del gobierno de Holanda y de las fundaciones Bill & Melinda Gates y William and Flora Hewlett) y a International Planned Parenthood Foundation (IPPF), ambas instituciones avocadas a la difusión de la contracepción y el aborto para el control de la población mundial, y más recientemente también centradas en la divulgación del concepto de género, entendiendo que no hay ninguna valoración moral posible en relación con las más diversas prácticas sexuales.

A continuación se detallan los objetivos de aprendizaje para cada ciclo que establece la Guía Técnica sobre Educación Sexual en relación con el concepto de género (UNESCO, 2018, p. 50):

Nivel inicial hasta primer ciclo de primaria (5-8 años):

Idea clave: es importante comprender la diferencia entre el sexo biológico y el género. Los estudiantes podrán:

▶definir el género y el sexo biológico y describir cómo son diferentes (conocimiento);

▶reflexionar sobre cómo se sienten con respecto a su sexo biológico y género (habilidad).

Segundo ciclo de primaria (9 a 12 años):

Idea clave: las normas sociales y culturales y las creencias religiosas son algunos de los factores que influyen en los roles de género.

Los estudiantes podrán:

▶definir los roles de género (conocimiento);

▶Identificar ejemplos de cómo las normas sociales, las normas culturales y las creencias religiosas pueden influir en los roles de género (conocimiento);

▶reconocer que muchos factores impactan los roles de género (actitudinal);

▶reflexionar sobre las creencias sociales, culturales y religiosas que impactan en cómo ven los roles de género (habilidades).

Idea clave: la forma en que los individuos piensan de sí mismos o se describen a sí mismos en términos de su género, es exclusiva de ellos y debe ser respetada

Los estudiantes podrán:

▶definir la identidad de género (conocimiento);

▶explicar cómo la identidad de género de una persona puede no coincidir con su sexo biológico (conocimiento);

▶Reconocer que todos tenemos una identidad de género (actitudinal);

▶apreciar su propia identidad de género y demostrar respeto por la identidad de género de los demás (habilidad).

Ciclo básico de educación secundaria (12 a 15 años):

Idea clave: los roles de género y las normas de género influyen en la vida de las personas.

Los estudiantes podrán:

▶identificar cómo las normas de género moldean la identidad, los deseos, las prácticas y el comportamiento (conocimiento);

▶examinar cómo las normas de género pueden ser perjudiciales y pueden influir negativamente en las elecciones y el comportamiento (conocimiento) de las personas;

▶reconocer que las creencias acerca de las normas de género son creadas por las sociedades (actitudinales);

▶reconocer que los roles y expectativas de género pueden ser cambiados (actitudinales);

▶practicar acciones diarias para influir en los roles de género más positivos en sus hogares, escuelas y comunidades (habilidades).

Idea clave: las relaciones románticas pueden verse afectadas negativamente por los roles de género y los estereotipos de género

Los estudiantes podrán:

▶analizar el impacto de las normas de género y los estereotipos de género en las relaciones románticas (ambas normas relacionadas con la masculinidad y la feminidad) (conocimiento);

▶ilustrar cómo el abuso de relaciones y la violencia están fuertemente vinculados a los roles y estereotipos de género (conocimiento);

▶reconocer el impacto de los roles de género dañinos y los estereotipos de género en las relaciones (actitudinales);

▶cuestionar los roles de género y los estereotipos de género dentro de las relaciones (habilidad).

Ciclo Orientado de educación secundaria (15 a 18 años en adelante):

Idea clave: es importante desafiar los sesgos de género propios y ajenos

Los estudiantes podrán:

▶recordar ejemplos de sesgo de género contra hombres, mujeres y personas de diversa orientación sexual e identidad de género (conocimiento);

▶reconocer que los sesgos de género propios y de otros pueden ser dañinos para los demás (actitudinal);

▶evaluar críticamente su propio nivel de sesgo de género y analizar el sesgo de género dentro de su comunidad (habilidad);

▶ensayar estrategias para contrarrestar su propio sesgo de género (habilidad).

Idea clave: la homofobia y la transfobia son perjudiciales para las personas de diversa orientación sexual e identidad de género

Los estudiantes podrán:

▶definir homofobia y transfobia (conocimiento);

▶analizar las normas sociales que contribuyen a la homofobia y la transfobia y sus consecuencias (conocimiento);

▶reconocer que todas las personas deben poder amar a quienes quieren libres de violencia, coerción o discriminación (actitudinal);

▶demostrar formas de mostrar apoyo para las personas que experimentan homofobia o transfobia (habilidad).

En los objetivos de la UNESCO que acabamos de presentar se puede advertir una evolución en los objetivos. En nivel inicial y primer ciclo de la educación primaria se apunta a la concientización de que la persona humana no es una unidad, induciendo a los niños a cuestionar su propia sexualidad, pidiéndoles que evalúen cómo se sienten con respecto a su sexo biológico y con respecto a su género.

En el segundo ciclo de la educación primaria se los induce a cuestionar sus convicciones religiosas, favoreciendo la desconfianza y pérdida temprana de la fé, en vista de que en las principales religiones la concepción antropológica y moral es incompatible con el concepto de género que en este documento se presenta. Además, en el periodo en que deben resolver su crisis de identidad, se los impulsa a pensar en la opción de la no coincidencia entre su sexo biológico y su identidad sexual, y todo ello en un marco de relativismo individualista.

En el ciclo básico de la educación secundaria se orienta a los alumnos al cuestionamiento de los roles y de las normas, entendiendo que todas ellas son sólo positivas, relativas a las sociedades y, por tanto, modificables. El relativismo moral se radicaliza en este nivel, siendo compatible con el hedonismo.
Finalmente, en el ciclo orientado, el trabajo se centra en la promoción de la homosexualidad y la transexualidad, condenando como fobia (un trastorno psicológico) toda postura que no admita como válidas y normales dichas orientaciones sexuales y sus prácticas.

Ruptura de la unidad personal, desconfianza con respeto a los principios religiosos, visión disociativa de las distintas dimensiones de la sexualidad, relativismo moral, promoción de la homosexualidad y de la transexualidad como opciones sexuales, es el camino que esta Guía nos propone para la educación sexual de los niños y jóvenes en los próximos años.

Y todo ello, de la mano de la promoción de la legalización del aborto entendido como derecho humano, y como una herramienta indispensable para la igualdad de la mujer (UNESCO, 2018, pp. 118-119); y de la promoción de la contracepción que apunta a un incremento de uso de contraceptivos modernos y de preservativos (UNESCO, 2018, pp. 12, 16, 18, 22, 28).

Si bien estos organismos usan conceptos tales como Educación Sexual Integral o Comprehensiva, se ve con claridad que sus fines apuntan a desintegrar la persona y su sexualidad, y a garantizar la formación de mentalidades y actitudes vitales contrarias al matrimonio, a la procreación y a la familia natural.

Referencias:


Butler, J. (2006). Deshacer el género. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.
Dirección General de Políticas de Género. (Septiembre de 2018). Herramientas para abordar temas de género en el ámbito educativo. Material teórico y práctico. Ministerio Público Fiscal, República Argentina.
Fundación Huésped. (2017). Guía sobre salud sexual y reproductiva y diseño de proyectos para organizaciones sociales. Bs.As.: Fundación Huésped y Dirección General de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Gamba, S. (2005). Estudios de género/Perspectiva de género. Disponible en el sitio de Agenda de las mujeres. El portal de las mujeres argentinas, iberoamericanas y del Mercosur: http://agendadelasmujeres.com.ar/index2.php?id=3&nota=5703
ILGA. (s.f.a). ILGA and the ECOSOC Status controversy. Disponible en: https://ilga.org/ilga-ecosoc-status-controversy
ILGA. (s.f.b). La coalición joven por los derechos sexuales y reproductivos llama a todos los activistas jóvenes a hacer uso de la libertad de expresión y a dar su opinión sobre los derechos de los LGBT. https://ilga.org/es/la-coalici-n-joven-por-los-derechos-sexuales-y-reproductivos-llama-a-todos-los-activistas-j-venes-a-hacer-uso-de-la-libertad-de-expresi-n-y-a-dar-su-opini-n-sobre-los-derechos-de-los-lgbt
IPPF. (2008). Sexual rights: an IPPF declaration. Londres: International Planned Parenthood Federation.
IPPF. (2009). Derechos Sexuales: una declaración de IPPF. Guía de bolsillo. Londres: IPPF.
IPPF. (2006). Marco de la IPPF para la Educación Integral en Sexualidad. Disponible en https://www.ippf.org/sites/default/files/ippf_framework_for_comprehensive_sexuality_education_spanish_0.pdf
Ley Nº 26.150 de Educación Sexual Integral. Sancionada en 2006.
Money, J. (1988). Gay, straight, and in-between. The Sexology of erotic orientation. New York: Oxford University Press.
Naciones Unidas. (1995). Informe sobre la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing, 4 a 15 de septiembre de 1995. Disponible en: http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf
Naciones Unidas. (1994). La Conferencia de El Cairo. Disponible en: http://www.un.org/popin/icpd/newslett/94_19/icpd9419.sp/1lead.stx.html
ONU Mujeres. (s.f.). Glosario de igualdad de género. Disponible en: https://trainingcentre.unwomen.org/mod/glossary/view.php?id=150&mode=letter&hook=G&sortkey=&sortorder=asc
SIECUS. (2017). Form 990. Return of Organization Exempt of Income Tax. Department of the Treasury Internal Revenue Service. Disponible en https://siecus.org/wp-content/uploads/2018/07/SIECUS-990-FY2017-Public-disclosure-copy.pdf
SIECUS e IPPF. (2018). If you care about abortion rights... Then you should care about SEX EDUCATION. Disponible en https://siecus.org/wp-content/uploads/2018/09/If-Then-Abortion-Fact-Sheet.pdf
Trillo-Figueroa, J. (2009). La ideología de género. Madrid: Libros Libres.
UNESCO. (2018). Technical Guidance on Sexuality Education. An evidence-informed approach. (2da. ed. rev.). Francia: UNESCO.
Wallach Scott, J. (2008). Género e historia. México: FCE, Universidad Autónoma de la Ciudad de México.





[1] Conocemos algunos intentos de distinguir la ideología de género con respecto a una ‘perspectiva’ que usaría el término ‘género’ sin separarlo radicalmente del sexo biológico. Sin embargo, los autores que proponen la ideología de género, le llaman ‘perspectiva’. Tal es el caso, por ejemplo, del artículo titulado Estudios de género/perspectiva de género, escrito por Susana Gamba y publicado en http://agendadelasmujeres.com.ar. Esta autora es una destacada representante y divulgadora de la ideología de género en Argentina. Por ese motivo se emplean en este documento en forma indistinta los términos ‘ideología’ y ‘perspectiva’ de género.
[2] Se advierte que SIECUS-IPPF entienden que desalentar y prevenir el aborto es algo negativo.
[3]Ensure inclusive and equitable quality education and promote lifelong learning opportunities for all.(Unesco, 2018, p. 2).
[4] “We are convinced that if we do not meet young people’s calls for good quality comprehensive sexuality education, we will not achieve the Sustainable Development Goals (SDGs) we have set for 2030, and the commitment that has been made to leave no one behind.” (UNESCO, 2018, p. 4).

No hay comentarios:

Publicar un comentario