ESI con perspectiva de género y organismos internacionales
por la Prof. Dra. María Lilián Mujica
Universidad Nacional de San Juan
Fundación Formatio
El concepto de
género en los organismos internacionales
La inclusión del concepto de ‘género’ en los documentos oficiales
ha venido de la mano de la tercera ola feminista, con fuerte inspiración en el
materialismo dialéctico, y comprometida con la lucha del movimiento LGBT
(lésbico-gay-bisexual-transexual), que continúa incluyendo nuevas letras a la
sigla, en una pretensión omniabarcadora de todas las orientaciones sexuales
posibles (LGBTIP, que incorpora la intersexualidad y la pansexualidad; y en
otras formulaciones emplea la sigla LGBT+ para señalar que queda abierto el
abanico de posibilidades).
En 1993 la ILGA (International
Lesbian and Gay Association) fue nombrada como órgano consultivo del ECSOC
(Economic and Social Council) de las
Naciones Unidas. ILGA incluía a tres organizaciones para la promoción y legalización
de la pedofilia, NAMBLA (North-American
Man-Boy Lovers Association), Martijn y Project
Truth. En 1994, ILGA expulsó esas ONG (ILGA, s.f.a), por presión de los
Estados Unidos para que los organismos de la ONU no admitieran organizaciones
que promovieran la pedofilia. A pesar de esta expulsión, ILGA promueve los
derechos sexuales y reproductivos en niños y jóvenes, dentro de los cuales se
encuentra el derecho a la autodeterminación reproductiva, obviamente sin
intromisión de los padres. Así, por ejemplo, publicita un concurso de la Coalición joven por los derechos sexuales y
reproductivos que convoca a ‘jóvenes’ “entre 12 y 29 años” a hacer
ilustraciones “Para concienciar acerca de los derechos LGBT y las realidades
particulares de los jóvenes LGBT” (ILGA, s.f.b), incluyendo a los niños de 12
años en la categoría de jóvenes.
Del mismo modo que los investigadores promotores de la perspectiva
de género se centran en la distinción de sexo y género como un modo de
naturalizar las orientaciones sexuales fuera de la heterosexualidad (Butler,
2006; Money, 1988; Wallach Scott, 2008) la inclusión del concepto género en los
documentos de los organismos oficiales se orienta a la promoción de dichas
orientaciones. Coincidentemente, no parece casualidad que en 1993 fuera
admitida ILGA en el ECSOC, y que en 1995 se introdujera el concepto ‘género’ en
el documento final de la Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en
Beijin.
Sin embargo, en ese documento, en vista del rechazo generado por
el concepto en su sentido más amplio, y con el fin de soslayarlo, inicialmente
se empleó el concepto ‘género’ para significar a la mujer en relación con el
hombre, en cuanto a la influencia cultural en la asignación de roles, en
particular, los de cuidado de niños y de trabajo fuera y dentro del hogar. Se
asoció a la ‘planificación familiar’, entendiendo que el uso de métodos
anticonceptivos y del aborto ‘seguro’ era un medio para la liberación de la
mujer con respecto a la opresión patriarcal, y que le permitiría la liberación
de los hijos para poder desplegar todo su potencial laboral y profesional. Por
ejemplo, al tratar el tema de la mujer y la pobreza, se afirma que “las
disparidades basadas en el género en el reparto del poder económico constituyen
asimismo un importante factor coadyuvante a la pobreza de la mujer.” (Naciones Unidas, 1995, p. 18). Sin embargo, ya en esa ocasión,
en los debates de la Conferencia, quienes proponían la inclusión del concepto,
no lo restringían a la mujer, sino que pretendían significar también a
lesbianas, gays, travestis y
transexuales, abogando por el matrimonio entre personas del mismo sexo, entro
otros temas (Trillo-Figueroa, 2009, pp. 160-170). Ello motivó una serie de
reservas en el informe final realizadas por diversas delegaciones, entre las
cuales se encontraron Argentina, la Santa Sede, entre varios otros países.
El sentido atribuido finalmente al concepto de género por la ONU
queda explicitado en el Glosario del Centro de Capacitación de ONU Mujeres, que
se presenta como “una herramienta en línea que proporciona conceptos y
definiciones con perspectiva de género”. Desde esta perspectiva, se consagra
como válida la completa disociación de la base biológica, la orientación sexual
y los roles. Allí se explicita que “el género se refiere a los roles,
comportamientos, actividades, y atributos que una sociedad determinada en una
época determinada considera apropiados para hombres y mujeres. Además de los
atributos sociales y las oportunidades asociadas con la condición de ser hombre
y mujer, y las relaciones entre mujeres y hombres, y niñas y niños, el género
también se refiere a las relaciones entre mujeres y las relaciones entre
hombres. Estos atributos, oportunidades y relaciones son construidos
socialmente y aprendidos a través del proceso de socialización. Son específicas
al contexto/época y son cambiantes. El género determina qué se espera, qué se
permite y qué se valora en una mujer o en un hombre en un contexto determinado.
En la mayoría de las sociedades hay diferencias y desigualdades entre mujeres y
hombres en cuanto a las responsabilidades asignadas, las actividades
realizadas, el acceso y el control de los recursos, así como las oportunidades
de adopción de decisiones. El género es parte de un contexto sociocultural más
amplio, como lo son otros criterios importantes de análisis sociocultural,
incluida la clase, raza, nivel de pobreza, grupo étnico, orientación sexual,
edad, etc.” (ONU Mujeres, s.f.).
Esa definición implica una toma de postura antropológica y ética
incompatible con la concepción personalista del ser humano, y tiene graves
consecuencias en la formulación de los programas de educación sexual, tal como
a continuación se mostrará.
ESI con
perspectiva de género en los organismos internacionales
Los proyectos de modificación de la Ley 26.150 que establece el
Programa Nacional de Educación Sexual en Argentina, forzando la inclusión de la
perspectiva de género, motiva el presente documento que intenta esclarecer de
qué estamos hablando cuando hablamos de implementar la ideología o perspectiva[1]
de género en la educación sexual. Esos proyectos de modificación de la ley
constituyen un intento de legitimar e imponer legalmente la ideología de género
y el aborto en la ESI, completando así lo que se viene haciendo tímidamente,
aunque de forma sistemática e ininterrumpida, desde la década de los años 90.
Así por ejemplo, ya fue incorporada de hecho la ideología de
género en las publicaciones educativas del gobierno argentino, particularmente
propiciadas desde las áreas de salud y justicia, y más recientemente por el
Consejo Federal de Educación en el mes de mayo del corriente año 2018 mediante
la resolución CFE 340/18 cuyo artículo 1° indica que se deberá incluir un
espacio “específico de Educación Sexual Integral en la Formación Inicial de
todos los futuros docentes según los núcleos de aprendizajes prioritarios para
cada nivel educativo que se encuentran en el anexo que forma parte integrante
de la presente norma”. En dicho anexo se establece que “las jurisdicciones se
comprometen a implementar la obligatoriedad de la educación sexual integral en
todos los niveles y modalidades educativas, abordando, sin excepción, los cinco
ejes conceptuales” que se detallan a continuación:
·
Cuidar el cuerpo y la salud.
·
Valorar la afectividad.
·
Garantizar la equidad de género.
·
Respetar la diversidad.
·
Ejercer nuestros derechos.
Los tres últimos ejes son especificados en el marco de la
ideología de género con el listado de temas para cada nivel educativo,
incluyendo, por ejemplo, temas tales como “evitar estereotipos de género” para
nivel inicial, y “la diversidad en las personas: apariencia física, orientación
sexual e identidad de género” para primaria.
La interpretación de aquellos ejes desde la ideología de género
por parte del Estado Nacional queda completamente clarificada por un documento
para la aplicación escolar, publicado recientemente por la Dirección General de
Políticas de Género (septiembre de 2018) dependiente del Ministerio Público
Fiscal, titulado Herramientas para
abordar temas de género en el ámbito educativo. En este texto, desde el
marco teórico se asume la ‘perspectiva de género’, y se establecen los
conceptos de ‘patriarcado’, ‘estereotipos de género’, entre otros, como
centrales.
La referencia a ‘derechos sexuales’ en la secundaria, tiene como
marco teórico la declaración de derechos sexuales y reproductivos de la International Planned Parenthood Foundation
(IPPF), entre los cuales ésta incluye el aborto. Así lo reconoce la Fundación
Huésped (2017, p. 14), con quien el Ministerio de Educación de la Nación ha
firmado un convenio sobre ESI el 11 de junio del presente año. Cabe destacar
que la Fundación Huésped ha editado en forma conjunta con la Dirección General
de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la Guía sobre salud sexual y reproductiva y
diseño de proyectos para organizaciones sociales (2017), donde remite la
formulación de los derechos sexuales y reproductivos a la declaración de IPPF.
Y, en estricta coherencia con el dicha declaración, en la p. 58, bajo el título
Experiencias de mujeres sobre la
interrupción del embarazo, propone una actividad cuyo objetivo es la
“sensibilización en relación al derecho a decidir sobre el propio cuerpo y el
ejercicio de la sexualidad”, utilizando relatos seleccionados del texto que
tiene como autor a la organización Decidir - Coalición de Jóvenes por la
Ciudadanía Sexual, y que se titula “De
Viva Voz. Testimonios de mujeres jóvenes sobre la interrupción del embarazo”. Y
en el listado de bibliografía incluye además en la página 77 un texto del
colectivo Lesbianas y feministas por la descriminalización del aborto, titulado
Todo lo que querés saber sobre cómo
hacerse un aborto con pastillas.
Cabe destacar que la IPPF, reconocida internacionalmente por su
objetivo central de promover el aborto y la anticoncepción como estrategias de
disminución de la población mundial, y en particular en los países en vías de
desarrollo, ahora promueve también la inclusión de la ideología de género en la
educación sexual, con el apoyo estratégico de los organismos de la ONU.
El Sexuality Information and
Education Council of the United States (SIECUS), fundado en 1964 por una de
las directoras médicas de la IPPF, Dra. Mary
S. Calderone, tiene en sus objetivos un eje central que es el cambio cultural,
la remodelación de las narrativas culturales y sociales de la sexualidad y
salud sexual y reproductiva, y se compromete a desmantelar lo que entiende como
sistemas de opresión y poder, entre otras cosas, respecto al género. Este
organismo tiene entre sus acciones centrales la promoción del aborto. En su
sitio web, bajo el título Shared values
of abortion rights & sex ed (Valores compartidos de derechos de aborto
y educación sexual), con el lema “Si te preocupan los derechos de aborto,
entonces deberías preocuparte por la educación sexual”, presenta la segunda
hoja informativa de la serie If / Then
que, según dice, destaca que avanzar en la educación sexual también significa
promover el derecho de todas las personas a acceder a un aborto seguro y legal.
Y en el folleto de divulgación que se descarga en esa página, publicado en
forma conjunta por SIECUS e IPPF (2018), se destaca el texto By advancing sex education, you are
supporting abortion rights (Al promover la educación sexual, estás apoyando
el derecho al aborto).
Y más adelante aclara la estrecha relación que ambas
instituciones conciben en su visión de la educación sexual y el aborto, bajo el
concepto de trabajo ‘integral’, cuando afirma en la segunda página que:
●
La educación sexual a menudo sirve como el primer punto de
contacto crítico de la gente joven para obtener información sobre las opciones de embarazo, incluida la crianza, la adopción y el aborto.
●
El uso de la educación sexual para enseñar con precisión a los jóvenes
sobre el aborto ayuda a disminuir la difusión de información falsa y
facilita las discusiones abiertas e imparciales que trabajan para reducir el
estigma que afecta el acceso al cuidado del aborto.
●
La educación sexual aclara los mitos sobre el aborto, proporciona información basada en hechos sobre lo que es (y no
es) el aborto, y cubre dónde y cómo acceder a la atención del aborto.
●
Sin educación sexual, es más probable que los jóvenes recurran a
la información no confiable en Internet o en los centros de crisis para el
embarazo (cuyo principal objetivo es
desalentar y prevenir la atención del aborto)[2]
para obtener respuestas.
No cabe duda de que para SIECUS e IPPF la educación sexual
contraceptiva es garantía de acceso al aborto, objetivo central de su
propuesta.
Pero SIECUS da un paso más, destinando fondos para combatir los
programas de educación sexual centrados en la formación para la abstinencia
hasta el matrimonio, según consta en el informe económico 2016-2017 (2017).
Por su parte, para la IPPF (2006) “uno de los objetivos
establecidos dentro del Marco Estratégico de la Federación Internacional de
Planificación de la Familia 2005-2015 es ‘Aumentar el acceso a una educación
integral en sexualidad, orientada a la juventud y sensible al tema de género’”
(p. 1). En ese marco, presenta un documento que “refleja el pensamiento actual
de la IPPF sobre diferentes elementos importantes de la ESI”, y asume el
concepto de género como primer eje en torno al cual deberían desarrollarse los
programas de Educación Sexual Integral.
El marco ideológico de la ESI, según estas organizaciones, está
establecido por la Declaración de Derechos Sexuales y Reproductivos, hecha por
la IPPF (2008), con enfoque centrado en el hedonismo, en la perspectiva de
género. Por ello define la sexualidad como “un aspecto central del ser humano a
lo largo de la vida y comprende el sexo, las identidades y roles de género, la
orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La
sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones”
(IPPF, 2009, p. 101).
La vinculación con el objetivo de la disminución de la fertilidad
en los países en vías de desarrollo se advierte cuando la IPPF manifiesta que
su declaración de derechos sexuales y reproductivos servirá para preparar la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo [CIPD], y ubica la
declaración en el marco del logro de los objetivos de la CIPD de El Cairo, que,
para la consecución de la disminución demográfica, ahora
pone uno de sus ejes centrales en la anticoncepción, mediante el Plan de Acción
a 20 años, proponiendo que los servicios de ‘planificación de la familia’ estén
universalmente disponibles para 2015 (Naciones Unidas, 1994).
En consecuencia, la imposición de una ESI con ideología de género
va unida a la promoción del aborto, que ya fuera rechazado por la mayor parte
del pueblo argentino y de sus representantes. Entonces, su imposición podría
ser un modo de familiarizar a las nuevas generaciones con el aborto a fin de
que sean ellas quienes exijan en el corto plazo su legalización.
Por otra parte, la deconstrucción del lenguaje, asociada a la
ideología de género aparece claramente asumida por el SIECUS cuando anuncia en
su sitio WEB el 17 de octubre de 2018 que respalda el Día Internacional del
Pronombre que tiene como objetivo hacer que, antes de emplear pronombres
personales para referirse a las demás personas, se les pregunte con qué
pronombre (femenino o masculino) desean que se las llame, según su preferencia
subjetiva.
La UNESCO, por su parte, incluye también el concepto de género en
su última versión revisada de la International
Technical Guidance on Sexuality Education
(2018), dedicada a dar pautas para la implementación del 4° objetivo[3]
de los 17 establecidos para el desarrollo sostenible para el periodo que abarca
desde 2015 hasta 2030. Dicho objetivo apunta a garantizar una educación
inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo
largo de toda la vida. El 5to objetivo se centra en la igualdad de género.
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en su
introducción a la Guía, incluye una frase altamente significativa para la
interpretación del contenido, cuando dice: “Estamos convencidos de que si no
cumplimos con los pedidos de los jóvenes para una educación integral en
sexualidad de buena calidad, no lograremos los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) que hemos establecido para 2030, y el compromiso que se ha
hecho para no dejar a nadie atrás”[4].
¿Por qué la educación sexual es condición sine
qua non para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible? Porque
según la perspectiva del Consejo de Población de la ONU, la clave se encuentra
en la disminución de la población mundial, y en particular en la disminución de
la población pobre. En esa línea viene trabajando desde sus orígenes.
Consecuentemente con este enfoque, quienes encabezaron el equipo
técnico de esta publicación pertenecen a Rutgers WPF (con financiamiento del
gobierno de Holanda y de las fundaciones Bill & Melinda Gates y William and
Flora Hewlett) y a International Planned Parenthood Foundation
(IPPF), ambas instituciones avocadas a la difusión de la contracepción y el
aborto para el control de la población mundial, y más recientemente también
centradas en la divulgación del concepto de género, entendiendo que no hay
ninguna valoración moral posible en relación con las más diversas prácticas
sexuales.
A continuación se detallan los objetivos de aprendizaje para cada
ciclo que establece la Guía Técnica sobre Educación Sexual en relación con el
concepto de género (UNESCO, 2018, p. 50):
Nivel
inicial hasta primer ciclo de primaria (5-8 años):
Idea
clave: es importante comprender la diferencia entre el sexo biológico y el
género. Los estudiantes podrán:
▶definir
el género y el sexo biológico y describir cómo son diferentes (conocimiento);
▶reflexionar
sobre cómo se sienten con respecto a su sexo biológico y género (habilidad).
Segundo
ciclo de primaria (9 a 12 años):
Idea
clave: las normas sociales y culturales y las creencias religiosas son algunos
de los factores que influyen en los roles de género.
Los
estudiantes podrán:
▶definir
los roles de género (conocimiento);
▶Identificar
ejemplos de cómo las normas sociales, las normas culturales y las creencias
religiosas pueden influir en los roles de género (conocimiento);
▶reconocer
que muchos factores impactan los roles de género (actitudinal);
▶reflexionar
sobre las creencias sociales, culturales y religiosas que impactan en cómo ven
los roles de género (habilidades).
Idea
clave: la forma en que los individuos piensan de sí mismos o se describen a sí
mismos en términos de su género, es exclusiva de ellos y debe ser respetada
Los
estudiantes podrán:
▶definir
la identidad de género (conocimiento);
▶explicar
cómo la identidad de género de una persona puede no coincidir con su sexo
biológico (conocimiento);
▶Reconocer
que todos tenemos una identidad de género (actitudinal);
▶apreciar
su propia identidad de género y demostrar respeto por la identidad de género de
los demás (habilidad).
Ciclo
básico de educación secundaria (12 a 15 años):
Idea
clave: los roles de género y las normas de género influyen en la vida de las
personas.
Los
estudiantes podrán:
▶identificar
cómo las normas de género moldean la identidad, los deseos, las prácticas y el
comportamiento (conocimiento);
▶examinar
cómo las normas de género pueden ser perjudiciales y pueden influir
negativamente en las elecciones y el comportamiento (conocimiento) de las
personas;
▶reconocer
que las creencias acerca de las normas de género son creadas por las sociedades
(actitudinales);
▶reconocer
que los roles y expectativas de género pueden ser cambiados (actitudinales);
▶practicar
acciones diarias para influir en los roles de género más positivos en sus
hogares, escuelas y comunidades (habilidades).
Idea
clave: las relaciones románticas pueden verse afectadas negativamente por los
roles de género y los estereotipos de género
Los
estudiantes podrán:
▶analizar
el impacto de las normas de género y los estereotipos de género en las
relaciones románticas (ambas normas relacionadas con la masculinidad y la
feminidad) (conocimiento);
▶ilustrar
cómo el abuso de relaciones y la violencia están fuertemente vinculados a los
roles y estereotipos de género (conocimiento);
▶reconocer
el impacto de los roles de género dañinos y los estereotipos de género en las
relaciones (actitudinales);
▶cuestionar
los roles de género y los estereotipos de género dentro de las relaciones
(habilidad).
Ciclo
Orientado de educación secundaria (15 a 18 años en adelante):
Idea
clave: es importante desafiar los sesgos de género propios y ajenos
Los
estudiantes podrán:
▶recordar
ejemplos de sesgo de género contra hombres, mujeres y personas de diversa
orientación sexual e identidad de género (conocimiento);
▶reconocer
que los sesgos de género propios y de otros pueden ser dañinos para los demás
(actitudinal);
▶evaluar
críticamente su propio nivel de sesgo de género y analizar el sesgo de género
dentro de su comunidad (habilidad);
▶ensayar
estrategias para contrarrestar su propio sesgo de género (habilidad).
Idea
clave: la homofobia y la transfobia son perjudiciales para las personas de
diversa orientación sexual e identidad de género
Los
estudiantes podrán:
▶definir
homofobia y transfobia (conocimiento);
▶analizar
las normas sociales que contribuyen a la homofobia y la transfobia y sus
consecuencias (conocimiento);
▶reconocer
que todas las personas deben poder amar a quienes quieren libres de violencia,
coerción o discriminación (actitudinal);
▶demostrar
formas de mostrar apoyo para las personas que experimentan homofobia o
transfobia (habilidad).
En los objetivos de la UNESCO que acabamos de presentar se puede
advertir una evolución en los objetivos. En nivel inicial y primer ciclo de la
educación primaria se apunta a la concientización de que la persona humana no
es una unidad, induciendo a los niños a cuestionar su propia sexualidad,
pidiéndoles que evalúen cómo se sienten con respecto a su sexo biológico y con
respecto a su género.
En el segundo ciclo de la educación primaria se los induce a
cuestionar sus convicciones religiosas, favoreciendo la desconfianza y pérdida
temprana de la fé, en vista de que en las principales religiones la concepción
antropológica y moral es incompatible con el concepto de género que en este
documento se presenta. Además, en el periodo en que deben resolver su crisis de
identidad, se los impulsa a pensar en la opción de la no coincidencia entre su
sexo biológico y su identidad sexual, y todo ello en un marco de relativismo individualista.
En el ciclo básico de la educación secundaria se orienta a los
alumnos al cuestionamiento de los roles y de las normas, entendiendo que todas
ellas son sólo positivas, relativas a las sociedades y, por tanto,
modificables. El relativismo moral se radicaliza en este nivel, siendo
compatible con el hedonismo.
Finalmente, en el ciclo orientado, el trabajo se centra en la
promoción de la homosexualidad y la transexualidad, condenando como fobia (un
trastorno psicológico) toda postura que no admita como válidas y normales
dichas orientaciones sexuales y sus prácticas.
Ruptura de la unidad personal, desconfianza con respeto a los
principios religiosos, visión disociativa de las distintas dimensiones de la
sexualidad, relativismo moral, promoción de la homosexualidad y de la
transexualidad como opciones sexuales, es el camino que esta Guía nos propone
para la educación sexual de los niños y jóvenes en los próximos años.
Y todo ello, de la mano de la promoción de la legalización del
aborto entendido como derecho humano, y como una herramienta indispensable para
la igualdad de la mujer (UNESCO, 2018, pp. 118-119); y de la promoción de la
contracepción que apunta a un incremento de uso de contraceptivos modernos y de
preservativos (UNESCO, 2018, pp. 12, 16, 18, 22, 28).
Si bien estos organismos usan conceptos tales como Educación
Sexual Integral o Comprehensiva, se ve con claridad que sus fines apuntan a
desintegrar la persona y su sexualidad, y a garantizar la formación de
mentalidades y actitudes vitales contrarias al matrimonio, a la procreación y a
la familia natural.
Referencias:
Butler, J. (2006). Deshacer el género.
Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.
Dirección General de Políticas de
Género. (Septiembre de 2018). Herramientas
para abordar temas de género en el ámbito educativo. Material teórico y
práctico. Ministerio Público Fiscal, República Argentina.
Fundación Huésped. (2017). Guía sobre
salud sexual y reproductiva y diseño de proyectos para organizaciones sociales.
Bs.As.: Fundación Huésped y Dirección General de Políticas de Juventud del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Gamba, S. (2005). Estudios de
género/Perspectiva de género.
Disponible en el sitio de Agenda de las mujeres. El portal de las mujeres
argentinas, iberoamericanas y del Mercosur:
http://agendadelasmujeres.com.ar/index2.php?id=3¬a=5703
ILGA. (s.f.a).
ILGA and the ECOSOC Status controversy.
Disponible en:
https://ilga.org/ilga-ecosoc-status-controversy
ILGA. (s.f.b). La coalición joven por los derechos sexuales y reproductivos llama a
todos los activistas jóvenes a hacer uso de la libertad de expresión y a dar su
opinión sobre los derechos de los LGBT.
https://ilga.org/es/la-coalici-n-joven-por-los-derechos-sexuales-y-reproductivos-llama-a-todos-los-activistas-j-venes-a-hacer-uso-de-la-libertad-de-expresi-n-y-a-dar-su-opini-n-sobre-los-derechos-de-los-lgbt
IPPF. (2008). Sexual rights: an IPPF declaration. Londres: International Planned
Parenthood Federation.
IPPF.
(2009). Derechos Sexuales: una declaración de IPPF. Guía de bolsillo. Londres:
IPPF.
IPPF. (2006). Marco de la IPPF para la Educación Integral en Sexualidad.
Disponible en https://www.ippf.org/sites/default/files/ippf_framework_for_comprehensive_sexuality_education_spanish_0.pdf
Ley Nº
26.150 de Educación Sexual Integral. Sancionada en 2006.
Money, J.
(1988). Gay, straight, and in-between.
The Sexology of erotic orientation. New York:
Oxford University Press.
Naciones Unidas. (1995). Informe sobre la
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing, 4 a 15 de septiembre de
1995. Disponible en:
http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf
Naciones Unidas. (1994). La
Conferencia de El Cairo. Disponible en: http://www.un.org/popin/icpd/newslett/94_19/icpd9419.sp/1lead.stx.html
ONU Mujeres. (s.f.). Glosario de igualdad de género. Disponible en:
https://trainingcentre.unwomen.org/mod/glossary/view.php?id=150&mode=letter&hook=G&sortkey=&sortorder=asc
SIECUS. (s.f.). https://siecus.org/about-siecus/
SIECUS. (2017). Form 990.
Return of Organization Exempt of Income Tax. Department of the Treasury
Internal Revenue Service. Disponible en https://siecus.org/wp-content/uploads/2018/07/SIECUS-990-FY2017-Public-disclosure-copy.pdf
SIECUS e IPPF. (2018). If
you care about abortion rights... Then you should care about SEX EDUCATION. Disponible
en https://siecus.org/wp-content/uploads/2018/09/If-Then-Abortion-Fact-Sheet.pdf
Trillo-Figueroa, J. (2009). La
ideología de género. Madrid: Libros Libres.
UNESCO.
(2018). Technical Guidance on Sexuality
Education. An evidence-informed approach. (2da. ed. rev.). Francia: UNESCO.
Wallach
Scott, J. (2008). Género e historia. México: FCE, Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
[1] Conocemos algunos intentos
de distinguir la ideología de género con respecto a una ‘perspectiva’ que
usaría el término ‘género’ sin separarlo radicalmente del sexo biológico. Sin
embargo, los autores que proponen la ideología de género, le llaman ‘perspectiva’.
Tal es el caso, por ejemplo, del artículo titulado Estudios de
género/perspectiva de género, escrito por Susana Gamba y publicado en http://agendadelasmujeres.com.ar.
Esta autora es una destacada representante y divulgadora de la ideología de
género en Argentina. Por ese motivo se emplean en este documento en forma
indistinta los términos ‘ideología’ y ‘perspectiva’ de género.
[2]
Se advierte que SIECUS-IPPF entienden que desalentar y prevenir el aborto es
algo negativo.
[3] “Ensure inclusive and equitable quality education and
promote lifelong learning opportunities for all.” (Unesco, 2018, p.
2).
[4] “We are convinced that if we do not
meet young people’s calls for good quality comprehensive sexuality education,
we will not achieve the Sustainable Development Goals (SDGs) we have set for
2030, and the commitment that has been made to leave no one behind.” (UNESCO,
2018, p. 4).
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