REFLEXIONES
SOBRE LA POBREZA
LA EXCLUSIÓN
Dr. Ludovico Videla 1
1.- Introducción
Deseo exponer sobre la debatida y delicada
cuestión de la pobreza, pero desde una perspectiva un poco distinta a la
convencional.
En algún
momento de los últimos siglos, la creencia en la existencia de un Dios Creador
que tiene un plan para toda la humanidad y cada una de las personas, y que
prometió la felicidad y vida eterna a todos los que viven según su palabra y
que cuida providencialmente de ellos en esta tierra, se debilitó hasta casi
desaparecer en la actualidad.
Paul
Hazard, dice en su notable obra “La crisis de la conciencia europea “que en
algún momento del siglo XVIII el escepticismo sobre la Providencia Divina
comenzó a dominar los espíritus y las mentes de los europeos. Hazard lo
describe como un acontecimiento repentino, casi inexplicable. “! Qué
contraste¡¡qué pasaje brusco ¡La jerarquía, la disciplina, el orden que la
autoridad se encarga de asegurar, los dogmas que regulan firmemente la vida:
esto es lo que amaban los hombres del siglo XVII! … La mayoría de los franceses
pensaba como Bossuet; de golpe, los franceses pensaban como Voltaire: es una
revolución”. 2
Pero
tomando cuerpo la ciencia de la duda, o de la sospecha, crecieron sus cultores
y dominaron el pensamiento moderno. Karl Marx, Charles Darwin, Augusto Comte,
Sigmund Freud, Émile Durkheim, Max Weber y por sobre todo el filósofo germano
Friedrich Nietzsche.
Augusto
del Noce, el brillante filósofo italiano dice que “no hay un detalle mínimo de
la vida humana que no refleje, o para ser exactos no simbolice una concepción
general de la vida”. 3
Nuestro
mundo está dominado por el principio radical metafísico de que la libertad
requiere la auto-creación, y por tanto el rechazo de toda forma de dependencia
de Dios. Por ello el “ateísmo no es la conclusión sino más bien la precondición
de todo el sistema “.4
Esta noción, que propiamente se aplica al pensamiento de
Karl Marx tiñe toda la cultura occidental. Es el punto de llegada de la evolución
del racionalismo europeo y está en el origen de la idea de la “revolución
total” y de la promesa de una nueva situación de la humanidad en la que el
problema de Dios no aparecerá nunca más.
En este
contexto cultural la visión del problema de la pobreza y su implicancia
cercana, la desigualdad, es el resultado de errores técnicos de implementación
de políticas sociales o económicas insuficientes, o de funcionamiento del
sistema económico para lograr mano de obra barata.
En este
enfoque, que podríamos calificar de neomarxista, la familia tradicional nuclear
o extendida, padre, madre e hijos, con eventualmente abuelos, son un obstáculo
a la igualdad y a la solución de la pobreza, ya que tiende a perpetuar las
condiciones de vida originarias, transmitiendo a los hijos las carencias
culturales y educativas que le impiden una integración plena a la sociedad
avanzada. De ahí el concepto sociológico de “excluido” o marginado que se ha
divulgado últimamente.
2.- La
destrucción de la familia
En forma
simultánea con la transformación cultural descripta se da una decadencia del
modelo de la familia tradicional. Está claro que para la ideología neomarxista
la familia es un enemigo, pero su proceso de transformación no distingue
regímenes políticos; Se da tanto en el este como en el oeste. Hace unos años
realice una investigación sobre este tema. 5
Las tendencias negativas allí
señaladas se han acentuado en los últimos años.
El
fenómeno es complejo y todavía no ha sido totalmente comprendido. Por ejemplo,
para Mary Eberstad, una autoridad en la materia, la declinación de la familia
tradicional no es solo una mera consecuencia de la pérdida de religiosidad y un
cambio en la visión del mundo, es por el contrario la causa de estos fenómenos. 6
La
familia natural construida sobre los lazos biológicos ha declinado y se ha
debilitado marcadamente. El divorcio, los hogares monoparentales, el
aborto legal o despenalizado, la caída muy marcada de los nacimientos en los
estratos medios y altos son las manifestaciones más evidentes de la debacle de
la estructura familiar.
La caída
en la tasa de fertilidad es la señal más chocante. Hay pocos países que pueden
mostrar la capacidad de reemplazo generacional, sobre todo en los estratos
sociales medios y altos.
En
países como la Argentina, la caída de la fertilidad está acompañada de una
explosión de los nacimientos ilegítimos, el embarazo de adolescentes y los
hogares monoparentales, en los niveles de ingresos bajos. La respuesta desde la
perspectiva burguesa individualista, que valora en lo más alto la libertad
sexual que derrapa a promiscuidad sexual, es la educación sexual, los métodos
anticonceptivos con abundante distribución de preservativos y el aborto, que se
legaliza y promueve por formas indirectas.
Estas
estrategias son negocios lucrativos para algunos agentes estatales y privados,
pero en general fracasan. La inevitable consecuencia es el alza de la pobreza y
la exclusión social, fuertemente denunciada por los políticos y algunos líderes
religiosos, en general desconociendo la relación de causalidad que hemos
descripto.
Cabría
preguntarse, si en una cultura en que se exalta la promiscuidad sexual y hay
hacinamiento personal y profunda ignorancia; ¿Puede darse un resultado
diferente?
Mi tesis
entonces es que la pobreza es la consecuencia directa de la destrucción familiar,
y como en la imagen difundida popularmente estamos serruchando la rama en que
descansamos. Destruimos programáticamente la familia, promoviendo el ideal
burgués individualista o la ideología neomarxista sin Dios. Por un camino u
otro llegamos al mismo destino. Promovemos todo tipo de abusos sobre la unión
matrimonial, sobre la maternidad y la paternidad, sobre la autoridad del padre
y el valor irreemplazable de la madre, y después nos sorprendemos sobre los
efectos devastadores.
En la
Argentina el 50% de los pobres son menores, que viven en hogares incompletos y
reciben una educación y atención de la salud provista por el Estado, de
bajísima calidad.
El
capital humano y el capital social que esos niños pobres logran formar es muy
escaso. No en vano cuando crecen, los niños pobres no encuentran trabajo y
perpetúan sus problemas materiales en sus hijos. Yo diría que la pobreza se
transmite o se cura a través de la familia.
El
planteo neo marxista de la familia expande la pobreza y es tan destructivo que
ni en las experiencias comunistas de la Unión Soviética, Cuba y sus satélites,
se aceptó la promiscuidad sexual y el ataque a la familia. Paradójicamente esta
situación destructiva se dio más en Occidente que en el mundo comunista.
Esto
resulta de la visión burguesa que también es contradictoria. Postula un
individualismo extremo que se entiende como “libertad de decidir” a ultranza.
Todo se observa desde la perspectiva del interés individual. En esas
condiciones se suprimen o limitan los vínculos, no importa el amor ni los
hijos. No hay familia sólo individuos desvinculados. Por suerte el orden
natural y el instinto materno y el amor, logran superar en parte, esta locura.
Mary
Eberstad culpa también de la pérdida de la fe religiosa a la destrucción familiar.
Por
ello, la interpretación meramente económica de la pobreza, que culpa a la
organización de la economía -capitalismo o socialismo- de ser la responsable de
la pobreza es falsa. También no es verdadero que reformas económicas puedan
resolver el problema de fondo de la pobreza. Pueden mejorar algo como
paliativo, pero nunca serán suficientes ni totalmente eficaces.
Por eso
pensar que, con políticas sociales, entendidas como procedimientos de
distribución de dinero por el Estado, se atiende el problema también es
completamente falso.
Las
políticas sociales, por más cuidado que se ponga en su diseño tienen efectos
contradictorios, porque dan beneficios parciales que crean incentivos en un
sentido contradictorio. Por de pronta fomentan una actitud de dependencia en el
que recibe el subsidio que conspira contra su salida y recuperación desde el
estado de pobreza.
Los
subsidios en dinero, no se pueden controlar en su uso y pueden tener destinos
absurdos y contradictorios. Las asignaciones por hijo producen un incentivo a
la maternidad que, si se da en un cuadro de destrucción familiar, sólo aumentan
la pobreza.
La
contradicción fundamental consiste en desconocer por principio, como hacen los
organismos internacionales propulsores de la “perspectiva de género”, el
carácter familiar y en cierto sentido religioso de la pobreza y querer
solucionarla con políticas sociales y distribución de dinero, meros paliativos.
3. La pobreza material
Los
argentinos hemos visto crecer el problema de los pobres en forma agigantada en
los últimos años. Pero la reflexión sobre este fenómeno ya estaba presente hace
muchos años. Carlos Moyano Llerena hace 30 años, escribió un ensayo titulado
“La pobreza de los argentinos” que todavía es actual. 7
Ser
pobre significa que se produce poco, Por ello los ingresos son bajos. Como
regla general se produce poco porque los recursos están ocupados en actividades
improductivas o de muy baja productividad. La simple reorganización y
redistribución de los recursos puede producir una mayor producción y riqueza.
Para
lograr esto es indispensable la flexibilidad en las estructuras y
organizaciones de producción, empresas, Estado etc. En particular en las
economías maduras como la Argentina, el sector servicios es el más importante,
representa más del 60% de la producción total. Servicios son el transporte, el
comercio, la salud, la educación y otros semejantes.
Sin duda
en nuestro país un obstáculo importante, es una parte de la dirigencia sindical
que interpreta la flexibilidad como una pérdida de derechos laborales. Como en
muchos casos, estos servicios están muy regulados y operan en condiciones
monopólicas o cartelizados, la competencia no opera y la baja productividad se
transmite a los demás sectores.
En la
producción de bienes, es especialmente importante el cambio tecnológico, que es
el que promueve verdaderos “saltos” de mayor productividad. Moyano Llerena
ponía tres condiciones culturales para superar la pobreza: 1) Poseer una
aptitud para la racionalidad científica base del progreso técnico; 2) El deseo
de una mayor riqueza y la preocupación por la ganancia y mejorar el nivel de
vida; 3) La disposición para hacer los esfuerzos para alcanzar lo anterior, que
significa, trabajo duro, competencia y privación para el ahorro.
Evidentemente
estas creencias en favor del avance personal y colectivo se incorporan en la
familia y en la educación. En parte esta cultura del trabajo y del esfuerzo se
ha deteriorado y las falsas esperanzas mágicas del populismo señorean en la
cultura popular. La escuela y la educación han reafirmado esta visión
destructiva, con el “facilismo” a toda costa. Los maestros en lugar de dar el
ejemplo son los primeros en aceptar y acompañar el populismo sindical docente.
Por
ello, lo primero que hay que decir es que cualquier solución es a largo plazo
porque resolver la pobreza implica el cambio de la conducta de millones de
personas.
Yo
comparto la tesis de Benedicto XVI que dice que el desarrollo es una vocación
si no hay respuesta personal no hay cambio posible.
Como
simple orientación presento algunas respuestas a los problemas de la
producción.
¿Cómo se
aumenta la productividad y la producción?
a). -
Trasladando recursos de sectores de baja productividad a los de alta
productividad
-flexibilidad (destrucción creativa,
empresarialidad, creación de empresas, nuevos puestos de trabajo, errores
graves: prohibir los despidos, duplicar la indemnización etc.)
- dejar
actuar las señales de precio y rentabilidad, el incentivo de la ganancia
aumenta la inversión, permite el mejor uso de los recursos y la aplicación de
tecnología de punta): errores graves, los precios políticos, como tenemos hoy
en energía, cereales, carne, servicios transporte, salud etc. etc.
b). - Invirtiendo
-aumenta
la relación capital/ trabajo, incorpora nueva tecnología, crea nuevas empresas
y puestos de trabajo, mejora la infraestructura, capacita la fuerza laboral,
mejora el capital humano que es la principal riqueza.
La
inversión requiere políticas lógicas, crédito barato, tecnología barata, buena
infraestructura, bajos impuestos y respeto al derecho de propiedad.
c) -
Ahorrando mucho
El
ahorro abundante permite financiar la inversión. China ahorra el 50% del PBI
nosotros modestos 15/16%. Además, se requiere integrarse al mundo financiero
internacional, fijar reglas claras de protección al inversor, internacionalizar
a las empresas, bajar los impuestos, respetar el derecho de propiedad. Muchos
se sorprenden de que los argentinos ahorren en el exterior y dicen que nos es
solidario con tantos pobres tener los recursos fuera del circuito local. El
problema es que tenemos un Estado ladrón, no ocasional sino reincidente. Ladrón
serial. He visto todo: conversiones forzadas, ahorros forzosos, expropiaciones
sin compensación, corralitos, corralones, Plan Bonex, hiperinflación, default
público y privado, pesificación asimétrica etc. etc. El más reciente es el
increíble caso de los fondos previsionales. Se convoca a una opción libre, se
opta por el sistema privado masivamente, a los pocos meses se lo expropia sin
compensación. La discusión no existió se mintió- el sistema era perfectible
pero razonable, era muy barato y muy rentable para el futuro jubilado, nadie lo
defendió... El estado argentino usó argumentos en un juicio en EE.UU.
contradictorios con lo que sustenta en la Argentina. Toda una farsa. Ahora se
usan los fondos para los niños pobres. Todos aplauden y nadie dice nada.
d). -
Estabilidad
La
inflación es un impuesto a los pobres. Somos el único caso de una sociedad
civilizada que tuvo 40 años de alta inflación, 2 hiperinflaciones y ahora hemos
vuelto a las andanzas si mayor resistencia. La estabilidad es esencial para
hacer una evaluación razonable de los riesgos y poder invertir. También
ahuyenta el ahorro porque licúa el capital.
e). -
Previsibilidad
La previsibilidad es lo permite asegurar ciertos riesgos. Por
ejemplo, los accidentes de trabajo funcionaban con un tope indemnizatorio que
permitió resolver el grave problema de la industria del juicio. En estos días
por presión de Moyano se eliminó el tope. La definición de los eventos
comprendidos en un seguro es otra cuestión crucial. La simpatía de la caja de
pandora de que todo termine en un juicio a dirimir por la justicia laboral o
civil aumenta el riesgo, hace todo más costoso, menos empleo y mayor pobreza.
f).
Comercio
Desde A.
Smith se sabe que el comercio es algo bueno. El comercio permite la
especialización y esta otorga mayor eficiencia y productividad. A los países
chicos como la Argentina, les permite alcanzar las economías de escala. El
comercio necesariamente es de doble vía, para exportar hay que importar, no se
puede ser el mejor en todo. El comercio es un negocio de largo plazo, requiere
previsibilidad, respeto a las reglas. La OMC regula el comercio. La Argentina
ha firmado todos los acuerdos. Grave error: hoy violamos todo, prohibimos
exportaciones, suspendimos las licencias automáticas de importación, inventamos
todo tipo de restricciones para arancelarias y defendemos teorías absurdas como
la de que todos los sectores deben tener balance comercial favorable.
g).
-Alentar a los sectores dinámicos
Lo
primero es alentar a los que le va bien. El mayor éxito tecnológico,
empresarial, financiero y económico de las últimas décadas es la soja. Es un
éxito argentino de importancia mundial. Uno factor fundamental del éxito fueron
los pools de siembra. Distribuyen el riesgo climático, permiten aplicar
tecnología de avanzada, aprovechan las economías de escala, mejoran los costos
operativos, incorporan personal técnico especializado que logra un know how
único en el mundo, mejoran la rentabilidad de los que arriendan la tierra. Su
éxito suscita el rechazo. Como Alejandro Bunge en los 20, Pinedo en los 30,
Houssay echado de la UBA en los 40, Prebisch echado en los 40, o Borges enviado
al zoológico en los 50. En la Argentina se odia al que supera la mediocridad y
lo que es más grave, las instituciones se instrumentalizan para perseguirlos.
h). - Impuestos
bajos y lógicos
La
presión tributaria es hoy las más alta de la historia. 33% del PBI. La
estructura es totalmente distorsiva. Los impuestos al trabajo están por las
nubes. La extracción impositiva y sindical del salario es la nª 5 del mundo, por
encima de Francia, Alemania, gran Bretaña, Canadá, España etc. etc., Hoy hemos
logrado que sea imposible capitalizarse con el trabajo. No se puede ahorrar, no
se puede crear un fondo de jubilación razonable. Esto es extremadamente
destructivo para la sociedad crea pobreza.
i). - Buena educación en todos los niveles,
buena salud pública
La educación argentina decae a pasos agigantados. Los
exámenes de calidad educativa lo demuestran. El sindicato y las malas políticas
están destruyendo la educación. Esto perjudica a los más pobres. El método
estalinista de gastar mucho en edificios, computadoras, salarios docentes ha
fracasado. Hasta los ideólogos lo reconocen, aunque le echan la culpa al
neoliberalismo y la herencia. Todo esto es mentira. Desde 1983 son los mismos
los que manejan la educación. Hoy las madres de la villa hacen cualquier
sacrificio para no enviar a sus hijos a la escuela estatal. Con esta conducción
vamos rápidamente a un país de pobres y burros.
j). -
Favorecer la responsabilidad personal
La Centesimus annus dice que el primer
responsable de su situación y de conseguir trabajo es cada persona. Hay que
favorecer la responsabilidad personal. Ante niño hambriento hay que preguntar
dónde están los padres no pedir planes sociales al Estado.
Llegado
a este punto, alguno me dirá con razón ¿cómo es posible que los puntos
descriptos, que son casi obvios no sean atendidos?
Este es
el misterio argentino. Mi hipótesis es que hay un velo de ignorancia culpable,
una resistencia a ver alimentada por el populismo. Como país somos admiradores
de todos los modelos fracasados. Recuerden que nuestra presidente fue a visitar
Cuba cuando asumía el último presidente americano.
Ortega y
Gasset decían que el argentino sólo se interesa por sí mismo, o mejor dicho por
una figura ideal que posee de sí mismo. El argentino se gusta a sí mismo: está
encantado con esa imagen que se ha encontrado y ya no se preocupará en serio
por hacer efectiva esa posibilidad. Somos narcisistas, infantiles.
Termino
con dos reflexiones de Moyano Llerena
“debemos
retornar a las disposiciones de ánimo previas a 1930, las de la argentina
próspera. Los inmigrantes sabían del trabajo duro y de las privaciones que
exigían el progreso personal, la vivienda propia, la mejora del nivel de vida.
Hoy nos hemos olvidado de que sin esfuerzo no habrá posibilidades de progreso”
“Los populismos de
centroizquierda, que atraen por lo menos al 80 por ciento del electorado, solo
atinan a repetir sus viejos prejuicios, sin el propósito de enmienda, después
de tantos fracasos.”
La
principal determinante de la reducida eficiencia de la economía argentina
consiste en un desperdicio de nuestros recursos, en la medida en que una parte
considerable de ellos están dedicada a actividades con muy baja productividad”
En
nombre de la justicia social se tiende a un creciente igualitarismo en la
distribución de los bienes económicos. La mejora de los sectores más modestos
no tuvo ninguna relación con un aumento del esfuerzo productivo. Fue la
consecuencia de la generosidad paternalista del líder.
La
segunda nota del populismo es la exaltación de algunos valores, reales o
supuestos de lo nacional, una creencia en la desproporcionada importancia del
país frente al mundo
“La crítica fundamental al
populismo debe hacerse en relación con los perjuicios de incalculable magnitud
que han causado sus equivocadas nociones a la economía nacional, que se
traducen en esta pobreza generalizada de los argentinos. Nada se podrá hacer
hasta que no se advierta el grado de irracionalidad de lo que a veces se llama
el “pensamiento económico” del populismo. Después de cuarenta años de
experiencia ya deberíamos saber que la redistribución de los ingresos sólo
puede tener alcances significativos a corto plazo y en períodos muy favorables,
originando luego grandes expectativas que no pueden satisfacerse, y esto se
traduce en inflación descapitalización y desinterés por la productividad,
desvinculada ahora de las retribuciones”.
--------
1 Academia del Plata, julio 2017.
2 Hazard, Paul, 1935, La crise de la conscience europèenne, Boivin, Paris. Prefacio. La cita es traducción del autor.
3 Del Noce, Augusto,2014, The crisis of modernity, editado y traducido por Carlo Cancellotti, Mc Gill Queen´s University Press, Montreal, Introducción. La cita es traducción del autor.
4 Ibid.
5 Videla, Ludovico,2003, La familia y la economía, Educa, Buenos Aires.
6 Eberstad Mary,2013, How the west really lost God, A new theory of secularization, Templeton Press, West Conshohocken.
7 Moyano Llerena, Carlos, 1988, La pobreza de los argentinos, Sudamericana, Buenos Aires
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