Conversación con Stefano Zamagni
Por Ludovico Videla
El encuentro es en Roma, muy cerca de Piazza Capranica, Stefano recién
llegado de Bologna acude puntual a la cita.Salimos a comer algo liviano a la
Piazza de la Magdalena.
A pesar de una afección reciente, felizmente superada, Stefano mantiene su
intensa actividad y dictará después del almuerzo dos conferencias en lo que
resta del día, una en Roma y otra en Florencia, antes de regresar a Bologna.
Sus noticias sobre Argentina son fragmentarias. Un nuevo acuerdo con el FMI,
esta vez por una cifra extraordinaria y por cierto ayudado por la simpatía
de Trump hacia Macri y la Argentina.
Nuestro problema es siempre el mismo, la inteligencia oscurecida. el
populismo domina la escena. Le muestro una foto de un cartel de un reclamo
piquetero del grupo de Juan Grabois.” Ahora resulta qué hay que trabajar para
comer: planes dignos”. Esto es populismo, no es socialismo que implica
esfuerzo y disciplina, trabajo por las buenas o las malas, ni por supuesto
capitalismo, que demanda lo mismo pero en libertad. “El que no quiera
trabajar que no coma”. Es simplemente populismo, consumir sin trabajar, como
si la riqueza fuese un pozo de petróleo del que surge la renta sin trabajo
hasta agotarse.
Actualmente Stefano ocupa un sillón en la pontificia Academia de Ciencias
Sociales y sigue con atención los fenómenos económicos y sociales globales.
Mi primera pregunta se relaciona con las novedades que aporta el Papa
Francisco a la Doctrina Social.
“El Papa se mueve dentro de la línea doctrinaria de Pablo VI y toma como
punto de partida la Encíclica Populorum Progressio .”
“En el documento de Francisco Laudate Si se cita a Pablo VI y se renueva la
consigna del desarrollo como nuevo nombre de la Paz. Y más adelante se
reafirma el concepto de que si quieres la Paz debes garantizar el
desarrollo”.
“El enfoque teológico de Francisco es el de la teología latinoamericana y en
particular la teología del pueblo que tiene algunos elementos pero no es
íntegramente, teología de la liberación.”
Interrumpo citando al P. Juan Carlos Scannone SJ que dice que la teología
del pueblo es una parte de la teología de la liberación.
“Conozco este comentario pero creo que la visión de las teologías es
diferente. La teología del pueblo es transformadora y la teología de la
liberación es revolucionaria.”
“Podemos distinguir entre revolución, reforma y transformación.La primer no
es aceptable, la segunda es insuficiente pero la transformación es el cambio
de los sistemas económicos y sociales”.
“ Qué significa transformar?” “En primer lugar transformar significa
modificar el sistema fiscal, gravando con mayor énfasis la renta y menos el
beneficio y el salario.” En esto Stefano hace referencia a una nueva
corriente denominada “radical markets” que propone gravar la propiedad
urbana y rural, que genera una renta por la urbanización y la escasez de la
tierra, frente al beneficio que se obtiene produciendo o trabajando.
En la Argentina le comento que se grava la tierra o la propiedad urbana al
menos tres veces, con alicuotas elevadas y a gente que no tiene otras
rentas. En este caso la renta teórica de la urbanización es una ficción.
“El segundo aspecto de la transformación es la re adecuación del sistema
educativo, de la escuela y la universidad, vinculándolas con el sistema
productivo”.
“La idea de la enseñanza como si fuera un tribunal que juzga el avance de
los alumnos es obsoleta. Hay que desarrollar el “cooperative learning”, que
consiste en fijar objetivos para los que el profesor ayuda a los alumnos a
alcanzar dichas metas”.
“Finalmente la transformación es un welfare (estado de bienestar) no
paternalista que busque potenciar los atributos y las posibilidades de las
personas, de la manera que describió Amartya Sen.”
“A mi juicio la propuesta del Papa no es favorable a la redistribución
populista. Precisamente en el diario Il Sole de temas financieros y
empresarios hay una reciente entrevista que marca la distancia con el
enfoque americano de la economía pero sin caer en el populismo”.
Revisando la entrevista del Il Sole el Papa señala la necesidad de que las
empresas no se orienten exclusivamente a la búsqueda del beneficio. Para que
la economía se sane y deje de “matar”, porque el hombre queda excluido del
centro de las propias dinámicas de la economía.
Hay que volver a una gestión de la economía y de las finanzas que promueva
la creación de nuevos trabajos, el respeto al ambiente y la acogida de los
migrantes. Todo debe pasar por una ética “amiga de la persona” creando
fuertes incentivos para ello.
Otro aspecto que remarca Francisco es la necesidad de gestar la conciencia
de un origen común, una raíz común de la humanidad y un futuro a construir
juntos.
También señala la tentación de la economía transformada por las finanzas
buscando generar solo “más dinero con el dinero”. Esto para el Papa es una
dinámica perversa que termina excluyendo al hombre y no respetando sus
derechos fundamentales.
Volviendo a la Argentina, me da la sensación que el populismo mira solo una
parte de la realidad, rescata con mucho énfasis la parte de los derechos
delos trabajadores frente a las empresas y el Estado. Casi todos los
conflicto son analizados desde esta óptica, poco o nada se dice de las
obligaciones. Trabajar es un derecho y también una obligación y el primer
responsable de buscar y cuidar su trabajo es el trabajador.
Le pregunto a Stefano sobre el concepto de desarrollo. “ como nuevo nombre
de la Paz “. “Esto requiere al menos tres dimensiones que deben estar
balanceadas entre sí y operar conjuntamente, el crecimiento material, el
aspecto sociorelacional, es decir el capital social y la dimensión
espiritual”.
Le comento a Stefano sobre el grave problema de la corrupción que está en
estos momentos mostrando su peor cara en nuestro país. Stefano nos alerta
sobre la realidad de extendida y casi permanente en la historia de la
humanidad. “Max Weber, el gran sociólogo alemán, asocia la corrupción a la
burocracia pública. Las regulaciones y los burócratas acumulan poder y
terminan convirtiendo a las regulaciones en un negocio, con la cooperación
de los privados”.
Stefano sugiere reducir la burocracia y también dar más espacio a las
mujeres, que objetivamente tienen un récord más honesto.
¿Seremos también la excepción en esto último?
Stefano se va y yo sigo mi camino, pero con la promesa de volver a vernos
pronto.
Ludovico Videla octubre de 2018
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