miércoles, 25 de diciembre de 2019

Adeste Fideles



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Concierto de Navidad. 
Orquesta y Coro RTVE 
Alfredo García l Barítono

https://youtu.be/Kz13ufATook

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martes, 24 de diciembre de 2019

Pensamientos de San Agustín sobre la Navidad

Pensamientos de San Agustín sobre la Navidad



«Jesús yace en el pesebre, pero lleva las riendas del gobierno del mundo; toma el pecho, y alimenta a los ángeles; está envuelto en pañales, y nos viste a nosotros de inmortalidad; está mamando, y lo adoran; no halló lugar en la posada, y Él fabrica templos suyos en los corazones de los creyentes. Para que se hiciera fuerte la debilidad, se hizo débil la fortaleza… Así encendemos nuestra caridad para que lleguemos a su eternidad» (Sermo 190,4: PL 38,1009).

«Es la misma humildad la que da en rostro a los paganos. Por eso nos insultan y dicen: ¿Qué Dios es ése que adoráis vosotros, un Dios que ha nacido? ¿Qué Dios adoráis vosotros, un Dios que ha sido crucificado? La humildad de Cristo desagrada a los soberbios; pero si a ti, cristiano, te agrada, imítala; si le imitas, no trabajarás, porque Él dijo: Venid a mí todos los que estáis cargados» (Enarrat. in ps. 93,15: PL 37,1204).

«Considera, hombre, lo que Dios se hizo por ti; reconoce la doctrina de tan grande humildad aun en un niño que no habla» (Sermo 188, 3: PL 38,1004).

«Salten de júbilo los hombres, salten de júbilo las mujeres; Cristo nació varón y nació de mujer, y ambos sexos son honrados en Él. Retozad de placer, niños santos, que elegisteis principalmente a Cristo para imitarle en el camino de la pureza; brincad de alegría, vírgenes santas; la Virgen ha dado a luz para vosotras para desposaros con Él sin corrupción. Dad muestras de júbilo, justos, porque es el natalicio del Justificador. Haced fiestas vosotros los débiles y enfermos, porque es el nacimiento del Salvador. Alegraos, cautivos; ha nacido vuestro redentor. Alborozaos, siervos, porque ha nacido el Señor. Alegraos, libres, porque es el nacimiento del Libertador. Alégrense los cristianos, porque ha nacido Cristo» (Sermo 184,2: PL 38,996).

«¿Quién es este Rey tan pequeño y tan grande, que no ha abierto aún la boca en la tierra, y está ya proclamando edictos en el cielo?» (Sermo 199,2: PL 38,1027).

«Yacía en el pesebre, y atraía a los Magos del Oriente; se ocultaba en un establo, y era dado a conocer en el cielo, para que por medio de él fuera manifestado en el establo, y así este día se llamase Epifanía, que quiere decir manifestación; con lo que recomienda su grandeza y su humildad, para que quien era indicado con claras señales en el cielo abierto, fuese buscado y hallado en la angostura del establo, y el impotente de miembros infantiles, envuelto en pañales infantiles, fuera adorado por los Magos, temido por los malos» (Sermo 220,1: PL 38,1029).

lunes, 23 de diciembre de 2019

Florilegio Navideño


VALORES

Publicación de La Academia del Plata



EDITORIAL


Publicamos en esta Navidad un nuevo número de la Revista VALORES, dedicado al Nacimiento de Jesus y a su Madre, Maria, la Madre de Dios.

María es la Puerta que nos conduce al cielo, María es la Puerta que nos abre a la suprema belleza de Dios

Así lo proclamaba solemnemente al mundo el gran Papa santo Paulo VI en el Congreso Internacional Mariano de 1975:

“Si, Queridos amigos: tenemos necesidad de mirar a María, de señalar su belleza incontaminada”

Porque La belleza de María es el esplendor de la Verdad, es el reflejo del Verbo eterno, hecho carne entre nosotros.

Es la obra primorosa de arte de Dios, el prototipo de lo que el Creador puede hacer en su criatura humana cuando no opone resistencia al poder de su gracia. María es el milagro operado en el sometimiento total a la bondad de Dios.

Este número de VALORES, no quiere sino contemplar los rasgos de la hermosura de María como mujer virgen, Madre de Dios y nuestra, modelo eterno femenino, de todas las mujeres de la tierra, sin excepción alguna, tal como la han retratado algunos de los mejores pintores de la humanidad, como asi también las estrofas y versos de muchos de los mejores poetas de nuestra Patria y del mundo entero.

Como alguna vez ha sido dicho es preciso dar gracias a Dios porque existen los artistas, los pintores y los poetas, pues sin ellos nadie habría descubierto y comprendido en todo su significado, humano y divino esta misteriosa maravilla que es María.

María es la llena de gracia, la favorecida. Mar de Gracia, como lo decía el gran poeta tucumano Rafael Jijona Sánchez, Ella ha sabido responder, rendirse a Dios con íntegra disponibilidad, para que la belleza divina no encontrara rémora ni resistencia, sino acatamiento y entera acogida.

María, nos enseñaba ese extraordinario Papa que fue San Pablo VI es la criatura «toda hermosa»; es el «espejo sin mancha»; es el ideal supremo de perfección que, en todo tiempo, han tratado los artistas de reproducir en sus obras; es «la Mujer vestida del sol» (Ap. 12,1), en la que los rayos purísimos de la belleza humana se encuentran con aquellos otros soberanos, pero accesibles, de la belleza sobrenatural.

Porque como le cantaba Claudel, desde Notre Dame 

“eres bella y eres Inmaculada

La mujer por gracia al fin rehabilitada
La criatura en su honor primero y en su florecimiento total
Como salida de las manos de Dios en la mañana de su esplendor original
Porque eres la mujer. Edén de antiguas ternuras olvidadas
cuya mirada penetra el corazón y hace brotar lágrimas acumuladas."

María, explicaba el Papa Paulo VI es la «llena de gracia» (Lc 1,28), o sea, podemos decir, la llena del Espíritu Santo, cuya luz brilla en ella con un resplandor incomparable.

¡Cuántos nobles sentimientos, nos insistia entusiasmado el Papa Santo-cuánto deseo de pureza, qué espiritualidad renovadora podría suscitar la contemplación de belleza tan sublime! Ya que en nuestros días la mujer avanza en la vida social, nada más beneficioso y más jubiloso que el ejemplo de esta VirgenMadre emitiendo destellos del Espíritu Santo, que, con su belleza, resume y encarna los auténticos valores del espíritu.

Estamos convencidos, de que esta vía de la belleza puede ser hoy un camino muy adecuado para que el hombre contemporáneo, especialmente los más jóvenes, descubran en la belleza de María la verdad natural y sobrenatural. En un mundo muy impuro como es este, donde lo feo, lo estúpido y los horrible esta de moda, que mejor que oponer a ello, la belleza y la pureza de María., la Reina de todo lo creado

Es que como dice el poeta Echeverrygaray en sus versos: 
"Quiso el Amor tenerte a ti, SeñoraSeñora y Madre del Amor Hermosopor Madre y por Señora, llanto y gozo,Que tras la noche llévame a la aurora;y en ti, Señora del Amor Dichoso,hallo regazo maternal que llora"

Es que como destaca el Papa Emérito Benedicto XVI:
“La belleza auténtica, abre el corazón humano a la nostalgia, al deseo profundo de conocer, de amar, de ir hacia el Otro, hacia el más allá. Si aceptamos que la belleza nos toque íntimamente, nos hiera, nos abra los ojos, redescubrimos la alegría de la visión, de la capacidad de captar el sentido profundo de nuestra existencia, el Misterio del que formamos parte y que nos puede dar la plenitud, la felicidad, la pasión del compromiso diario.
Es que como afirma Simone Weil:
“en todo lo que suscita en nosotros el sentimiento puro y autentico de la belleza está Dios. Existe una especie de Encarnacion de Dios en el mundo, cuyo signo es la belleza. Lo bello es la prueba experimental de que la Encarnacion es posible. Por esto, todo arte de primer orden es por su esencia religioso”
 Y que decir si de lo que se trata no es de contemplar la belleza de cualquier creatura, sino la de María, obra maestra de Dios, superior a toda creatura, admiración y gozo de los angeles, Espejo de Luz Divina, Espejo ideal de belleza y de Bondad como la llamaba el Papa Pablo VI.

Si existe alguna imagen que pueda representar por medio del arte la sobrenatural belleza de María es, sin duda, el icono de Vladimir o Virgen de la ternura que aparece como segunda secuencia en esta publicacion

María, como nos dice el gran artista Contreras Molina:
“nos mira con sus ojos inmensos, como sólo las madres saben hacerlo, con esa mezcla de desvelo y de ternura... Mirándonos, nos dice a cada uno de nosotros: «A mi Hijo Jesús lo tengo en mi regazo, junto a mi corazón; está aquí, conmigo. Tú, hijo mío, ¿dónde estás?».
Nos quedamos literalmente asombrados ante la hermosura de la Virgen. Como destaca G. Palanas:

“queriendo crear una imagen de la belleza absoluta y manifestar claramente a los ángeles y a los hombres el poder de su arte, Dios ha hecho verdaderamente a María toda bella.
Ha reunido en ella las bellezas particulares distribuidas a las otras criaturas y la ha constituido común ornamento de todos los seres visibles e invisibles; o mejor, ha hecho de ella una síntesis de todas las perfecciones divinas, angélicas y humanas, una belleza sublime que embellece los dos mundos, que se eleva sobre la tierra hasta el cielo y que sobrepasa incluso este último." 

Madre de Dios es el título principal de María y la fuente de todos sus privilegios, la causa de su belleza. Para hacerla digna Madre de su Hijo, el Padre la ha colmado de toda gracia y hermosura. Ser Madre de Dios, tal como la declaró el Concilio de Éfeso, es la más sublime diadema que puede portar María.

Pero éste es algo más que la suma de sus facciones. Suele decirse que es el espejo del alma. En este rostro se refleja la hermosura de Dios.


 “Un lago limpio refleja el cielo. María es lago limpio a los ojos de Dios. Como un lago reverbera la luz y el cielo, así María refleja el cielo luminoso de Dios. María es hermosa porque Dios así la ha hecho. Pero su belleza no perturba, sino que pacifica; no es deslumbrante, sino recatada. Quien contempla el icono tiene que rendirse a esta evidencia y consentir en esta belleza interior, que le brota desde dentro, desde lo más hondo de su alma, habitada por Dios.La nota dominante emergente del rostro de María y que se impone a quien lo contempla es la paz serena de esos misteriosos ojos. Inmediatamente percibimos que estos ojos nos miran. Desde el primer momento nos están contemplando. ¿Qué dicen estos ojos silentes? No están mudos. No son dos piezas gélidas de negro carbón o azabache; comunican, conversan con nosotros”.
Los poetas suelen decir que los ojos son como dos pozos. En ellos se refleja el cielo estrellado. El cielo que es firmamento. Un firmamento algo inquebrantable y que permanece para siempre: la ternura infinita.

Dios ha concentrado la compasión de su mirada en esos dos ojos de María. Por eso el icono es llamado con acierto «la Virgen de la ternura». Son ojos de alguien que ha sufrido, manifiestan una pena incontenible: la propia de la Virgen del Viernes Santo, que ha asistido a la pasión de su Hijo y lo ha contemplado moribundo y muerto en la cruz.

Por eso, el autor la hace decir en verso al Niño: 
Madre, déjame apoyar
 mi cabeza en tu almohada,
 mis nubes en tus mejillas,
 mi corazón en tu llama.

 Su madre le respondía 
–la ternura enajenada–
, derritiéndose sus ojos 
en miles de estrellas claras.

–Cómo me llena, hijo mío, 
cuando te aprieto y me abrazas; 
eres mi tierno tesoro,
 la joya de mis entrañas. 

Tú eres mi mar y mi cielo, 
el balcón de mi mirada, 
partitura de mi risa,
de mi silencio cantata. 

Ha sido Bernanos, quien en su obra el Diario del Cura Rural ha hecho una de las más bellas descripciones de María que se han escrito en la literatura universal y que dice así:

“La Virgen Santa no ha tenido ni triunfos ni milagros. Su Hijo no permitió que la gloria humana la rozara siquiera. Nadie ha vivido, ha sufrido y ha muerto con tanta sencillez y en una ignorancia tan profunda de su propia dignidad, de una dignidad que, sin embargo, la pone muy por encima de los ángeles.

Ella nació también sin pecado... ¡qué extraña soledad! Un arroyuelo tan puro, tan limpio que ella no pudo ver reflejada en él su propia imagen, hecha para la sola alegría de Dios Padre – ¡oh soledad sagrada!–...

Los antiguos demonios familiares del hombre, dueños y servidores al mismo tiempo, los terribles patriarcas que guiaron los primeros pasos de Adán en el umbral del mundo maldito, la Astucia y el Orgullo, contemplan desde lejos a esa criatura milagrosa que está fuera de su alcance, invulnerable y desarmada.

Es verdad que nuestra pobre especie no vale mucho, pero la infancia emociona siempre sus entrañas y la ignorancia de los pequeños le hace bajar los ojos, esos ojos que conocen el bien y el mal, esos ojos que han visto tantas cosas. ¡Pero no es más que la ignorancia al fin y al cabo!

La Virgen es la inocencia. Date cuenta de lo que nosotros somos para ella, nosotros, la raza humana. Ella detesta el pecado, naturalmente, pero no tiene de él ninguna experiencia, esa experiencia que ni siquiera les ha faltado a los más grandes santos, hasta al propio santo de Asís, con lo seráfico que fue.

La mirada de la Virgen es la única verdaderamente infantil, la única mirada de niño que se ha dignado fijarse en nuestra vergüenza y en nuestra desgracia.

Sí, hijo mío... Para rezar bien las oraciones que a ella dirigimos tenemos que sentir sobre nosotros esa mirada que no es del todo la de la inocencia –pues la inocencia va siempre acompañada, siempre, de alguna amarga experiencia–, sino de tierna compasión, de sorpresa dolorosa, de no sabemos qué sentimientos, una mirada inconcebible, inexpresable, que nos la muestra más joven que el pecado, más joven que la raza de la que ella es originaria y, aunque Madre por la gracia, Madre de las gracias, la más joven del género humano."
La Virgen de la inmaculada pureza, la Virgen Niña, la Virgen de la Inocencia. La única creatura que nació sin mancha y in pecado y que en su juventud pura, candorosa e inocente, guarda en su seno al Supremo Niño Inocente que va a nacer hoy en Belén, a la Medianoche

En El de un modo misterioso guarda también a todos los Niños inocentes de todos los tiempos, a los nacidos y a los por nacer, a los que han tenido y tendrán la gracia de nacer.

También guarda en su seno a todos los niños inocentes del mundo, nacidos o por nacer, que mueren todos los días, especialmente en nuestra Argentina actual como consecuencia del hambre, de las enfermedades, de las guerras como así también de ese horrible crimen que se llama aborto y que pretende justificarse en falsas razones de salud pública o de derechos sobre el propio cuerpo, como si pudiera estar en manos de la autoridad autorizar por una ley, por una sentencia o por un Protocolo de un simple Ministro el asesinato de miles de niños inocentes.

¿No ha sido suficiente con un Herodes en la historia de la humanidad para darse cuenta de que no es bueno, que no es digno, que carece de toda sensibilidad humana y moral asesinar con la participación del Estado a personas por nacer inocentes, como si los bebes merecieran ser tratados como una cosa inanimada o como una bacteria?

La Argentina no se merece esos asesinatos. Es una tierra que ha sido generosa y solidaria, en especial con lo más necesitados y, ¿que mas necesitados que una madre desesperada y un hijo por nacer?

Es a todas luces inadmisible que por la via de una simple resolución pretenda el Ministro Ginés imponer el aborto libre y gratuito, modificando el Código Penal, suprimiendo requisitos típicos de las figuras penales, modificando sustancialmente las causales, fijando nuevos derechos suprimiendo y distorsionando la objeción de conciencia personal e institucional, todo ello en contradicción con lo resuelto por el Congreso de la Nación durante el curso del año 2018 que rechazo el aborto

Ha resultado una tarea muy ardua y difícil, casi imposible hacer una selección de algunas de las mejores punturas y poesías consagradas a María, porque la riqueza y la belleza artística son prácticamente inagotable.

Hemos elegido solo algunas de ellas guiados exclusivamente por el placer y el gozo de contemplarlas y hasta diría de rezarlas, pero no podemos sino aclarar a nuestros lectores que no somos especialistas en esta materia, por lo que les pedimos sinceramente que nos perdonen los olvidos que son solo consecuencia de nuestros defectos

También sabrán disculparnos, queridos lectores, por lo poco que de editorial tiene esta nota, si es que por editorial se entiende, no solo una introducción al contenido de una revista, sino más y especialmente, una ubicación en el tiempo que estamos viviendo en nuestra Argentina actual y en el mundo, así como un análisis de los principales acontecimientos que han ocurrido en nuestro país y en el exterior desde el anterior numero, que son muchos e importantes, sin ir más lejos, las elecciones generales, el triunfo del peronismo y sus primeros días de gobierno.

Pero es que contemplar si quiera por un momento la belleza de María, mirar por un instante sus ojos, esos ojos en los que se refleja el cielo estrellado en su infinita dulzura, esos ojos que con ternura de Madre nos acarician con su mirada, esos ojos de un rostro inmaculado que no abraza y nos inunda como un Mar de la Gracia, esos ojos repletos de pura inocencia que disuelve con dulzura nuestros pecados, esos ojos compasivos y bondadosos que nos acompañan en nuestras tristezas y sufrimientos…

Al mirarla así a María, todos los que trabajamos intensamente en este número de VALORES nos olvidamos por un momento de todo lo que nos rodea, también de nuestras preocupaciones, incluso de esta Revista y enamorados con su mirada levantamos los ojos al cielo y solo atinamos a decir

El ángel del Señor anunció a María.
Y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.

Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
Muy Feliz Navidad para todos nuestros lectores y para todos los hogares de nuestra Patria.

Juan Marcos Pueyrredon



por Francisco Luis Bernárdez






Glosa antigua al celebre icono oriental de 

La Virgen de Vladimir o de la ternura

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Alfredo Bufano

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Bariona y el Hijo del Trueno, Fragmentos, Jean Paul Sartre


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Georges Bernanos, Diario de un cura rural, Barcelona 1951, 202.


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Jose Luis Martín Descalzo


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Paul Claudel

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Benedicto XVI, Fragmentos alocución, Lourdes,  15/09/2008


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Miguel Ángel Etcheverrigaray

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Jacopone de Todi (atrib)

Monteverdi: Stabat virgo Maria


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Rafael Jijena Sánchez


Estación 12




Jean Vanier


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R.P. Dr. Leonardo Castellani, SJ


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Charles Péguy

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Concierto de Navidad. 

Orquesta y Coro RTVE 
Alfredo García l Barítono

domingo, 22 de diciembre de 2019

Canción del Juglar de Nuestra Señora


Canción del Juglar de Nuestra Señora

Miguel Ángel Etcheverrigaray


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Juglar no puede ser de ti, María, 
sin ser juglar de amor enamorado:
y así te escojo como norte y guía
en este canto del Amor llorado,
porque sin ti mi canto no podría
llorar de amor el canto del Amado.

Quiso el Amor tenerte a ti, Señora
- Señora y Madre del Amor Hermoso –
por Madre y por Señora, llanto y gozo,
que tras la noche llévame a la aurora;
y en ti, Señora del Amor Dichoso,
hallo regazo maternal que llora.

Tu amor de Madre y de Señora elijo, 
pues te eligió el Amor en su locura;
alto dolor que desde el leño dijo:
- Te doy la Madre de mi tarde oscura.
Y me entregó su lágrima más pura
Para llorarte en el dolor del Hijo.

Señora, ahora, el hijo de tu llanto, 
llora su amor y en el Amor confía;
clavado en Cruz, su noche desafía
bajo el amparo negro de tu manto.
Y el llanto del Amado se hace canto
En tu juglar pobrísimo, María.



Romance de la Anunciación


Romance de la Anunciación

Alfredo Bufano

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Soledad de luna grande,
profundo aroma de estrellas,
quietud de viento dormido.
sobre montañas enhiestas,
frescura de aguas inmóviles
de alucinadas cisternas.
verde penumbra tejida.
con flores recién abiertas,
borroso huerto de estampa,
adivinado entre niebla,
olor de cedros y pinos,
y un gran silencio de cera.

Nazareth duerme en el alba,
pero María está en vela,
hila vellones de luna,
con blancas manos de seda,
sus pies desnudos asoman
de entre faldas de estameña,
hila que hila la Virgen,
vellones de luna nueva,
deja de hilar y sus ojos,
de claros mundos se llenan.

María espera en el alba,
pero no sabe que espera
Secreto gozo le dice
María no te duermas
y el huso gira que gira
y la luna se desfleca
para enredarse dichosa
entre las manos de Ella
De  un hondo arorma de lirios
se ha embalsamado la tierra
el Arcangel de oro y rosa
entre dos ángeles llega.

Como ha llegado, Dios mío
que no lo vió la Doncella
Florida vara de nardos
relumbra en su fina diestra,
son de colajes bordados
sus alas auribermejas
rosa de luz es su boca
y sus ojos  turquesas.

La Virgen mira y no sabe
si está dormida despierta,
inmóvil está en el alba
y la voz divina espera
Gabriel está de rodillas
como mi alma, ante Ella.

Y oyó el celeste mensaje
que por  por los siglos resuena
No son más dulces los dátiles
ni son las grutas más frescas
No son los astros más limpios.
ni las nubes mas ligeras
¡Ni en hermosura lo iguala
la muerte con ser tan bella!.

¡Que maravilla se ha obrado 
Señor, en tu humilde sierra
que así de júbilo llora
su corazón, y la tierra
temblorosa y palpitante
se agranda con el alma inmensa!

Por qué los aires se ahondan
y se aclaran las estrellas
¿Por qué de coros lejanos
los altos cielos se pueblan?.

Gabriel por rumbos ignotos
en vuelo tiende y se aleja
Hila de nuevo la Virgen
entre gozosa y serena
sus manos mueven el huso
y sus puros labios rezan
Celeste onda de amor
la envuelve en llamas secretas.

¡El alba está entre los hombres¡
¡Nazareth abre en la tierra!